domingo, 20 de noviembre de 2011

La vida da mil vueltas, nunca sabes que ropa te vas a poner cuando te levantes, nunca sabes que a lo mejor tu hermano se ha acabado el último paquete de cereales y te toca no desayunar, nunca puedes adivinar que al llegar a clase la profesora de matemáticas pondrá un examen sorpresa o que al llegar la hora siguiente te darás cuenta de que se te ha olvidado la libreta en tu casa... pero lo que nunca podrías adivinar es que en un momento determinado de tu vida... te vas a enamorar.
Y... ¿qué es enamorarse? Enamorarse es estar en medio de la nada, es vivir entre el cielo y la tierra, es un subidón de adrenalina, es un estado perfecto donde se mezclan todos los sentimientos para después coincidir en uno solo. Sientes alegría porque piensas que estas en la mejor etapa de tu vida, miedo porque tienes dudas o sientes pena cada vez que no le ves o no hablas con él... pero al final todos estos sentimientos se centran en uno solo... AMOR. Y es verdad, porque aunque estés en tu casa y empieces a pensar en todo lo que harías o no harías, una vez le ves se te olvidan todos los problemas porque lo único que quieres es estar con él. Para mi, eso es estar enamorada.
Mucha gente dice que está enamorada, que nada más conocerse se han enamorado y que no pueden vivir el uno sin el otro y después de tanto decir, al final pasa que cuando uno rompe a las 2 semanas ya están con otro y eso es imposible, no puedes querer tanto a alguien y después irte con otro. 
El verdadero amor es como los fantasmas, todo el mundo habla de ellos, pero son pocos los que lo han visto.
Y ahora estoy en ese momento en el que tienes un revoltijo de sentimientos que ni tu conoces, no te aguantas ni tu misma, es cuando se suele decir que estas a punto de explotar y justo cuando la mecha está llegando a su fin, un leve soplo de aire la apaga. Y te hacer ver las cosas de otra manera, es inexplicable,
como con solo una sonrisa puede hacer que te olvides de absolutamente todo y que únicamente te haga centrarte en ti y en él. Siempre, repito, siempre consigue alegrarme el día.  Gracias por ser como eres.


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